La ciudad de Stuart, en Florida, se convirtió en víctima del ransomware Ryuk a mediados del año pasado, en el cual sus servidores fueron afectados y esto inevitablemente causó problemas en su momento con respecto a la gestión de servicios de emergencia.
El rescate, valorado en trescientos mil dólares, no fue pagado debido a que se contaban con backups que permitieron recuperar los servidores y prestar servicio nuevamente sin tener que negociar con los cibercriminales.
Sin embargo, ha salido a la luz que no toda la información pudo ser recuperada, entre ella varios registros que el departamento de policía de la ciudad tenía relacionados con diversos procesos judiciales.
Entre las pérdidas más notables, la desaparición de alrededor de un año y medio de evidencia digital relacionada con múltiples casos de posesión de drogas, así como la elaboración y distribución de narcóticos. Razón por la cual seis sospechosos de narcotráfico que se encontraban acusados de alrededor de veintiocho cargos, saldrán en libertad.
Este incidente sirve para recordar que las consecuencias reales de un ciberataque pueden sentirse aún tiempo después de que éste haya tenido lugar, y que no sólo afecta los aspectos corporativos y digitales de nuestro día a día.
Como siempre, la recomendación para backups o copias de seguridad es la regla del 3-2-1:
3 copias de la información en 2 formatos diferentes y que 1 de estos se encuentre off-site